Arquitectura contemporánea de Bermeo
La arquitectura contemporánea de Bermeo presenta unas cotas de calidad no muy usuales en las cabeceras comarcales de Bizkaia y más por la relevancia de sus arquitectos, caso de la excepcional generación de arquitectos bermeanos: Teodoro Anasagasti, Pedro Ispizua o Fernando Arzadun, que se encuentran entre los mejores profesionales de su tiempo en la arquitectura vasca y europea. Es posible hacer un recorrido por las principales corrientes estilísticas dominantes en la primera mitad del siglo XX, como son los trece ejemplos seleccionados
Eclecticismo
1. Hospital Psiquiátrico
Severino Achucarro, 1893-1900
Este hospital constituye una de las obras cumbre de la arquitectura hospitalaria contemporánea de Euskal Herria, y entre las más sobresalientes del estado español.
El arquitecto Achucarro resolvió el encargo con una lectura ecléctica brillante y magníficamente ejecutada, que dio perfecta respuesta a las necesidades de la arquitectura hospitalaria. La solución fue la elección de la variante de la arquitectura del ladrillo porque su sencillez y bajo coste se adecuaba a la perfección a los dos requisitos fundamentales de un edificio asistencial, racionalidad y presupuesto de edificación ajustado. El eclecticismo se evidencia en la utilización del ladrillo con uso plástico de gran belleza, marcado por dos influencias: el clasicismo para resolver el aparato ornamental de huecos, impostas, aleros, verja de cierre y chimeneas y el neomedievalismo en el remate de los muros testeros y buhardillas con piñones.
En lo tipológico es también muy decisivo por su introducción pionera del modelo de pabellones en la arquitectura vasca contemporánea.
2. Casino
Severino Achucarro, 1893-1900
Edificio sede de la “ Sociedad bermeana” construido en 1894. esta obra de Severino Achucarro con aspecto de palacete francés, está considerada dentro de la corriente del eclecticísmo.
A consecuencia de las inundaciones de 1983 se derrumbó su interior y parte de las fachadas. Aún siendo luego reconstruido, hay que lamentar la pérdida de algunas pinturas de valor de firmas tan importantes como la de Ignacio Zuloaga.
3. Cementerio Municipal
Anastasio Arguinzoniz, 1917
La de Bermeo es la última de las necrópolis destacadas de la serie que en Bizkaia se fueron construyendo desde finales del siglo XIX, caso de las Bilbao, Getxo o Portugalete. La portada responde a un correcto diseño de ecléctico clasicista con toques neomedievales de tratamiento severo y nada ornamental. La joya es la capilla de magnífica calidad de ejecución, un delicado ejercicio de eclecticismo en clave de neopalladiano. Este cementerio cuenta con un destacado conjunto de enteramientos en dos estilos:
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eclécticos: Telletxea (1908), Uriarte, Echevarria (1924) y Garcia.
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art déco: Elejebarrieta y Artaza (1928).
4. Villa Eustasia
Teodoro de Videchea, 1917
Esta villa es un ejercicio muy decisivo debido a que son muy escasos los ejemplos de vivienda unifamiliar del tipo de empresa, que quedan en la arquitectura contemporánea de Euskadi. Esta casa la mandó edificar José Garavilla dentro del recinto de su empresa denominada Conservas Garavilla S.A. La fábrica se derribó en 2004.
El proyecto de Videchea responde a una muy personal interpretación del eclecticismo, hecha de la suma de dos referencias distintas:
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clasicistas en molduras de huecos, balaustradas pétreas y verja de cierre de piedra de sillería.
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inglesas en miradores, cubiertas de acusadas pendientes y entramados ficticios de madera.
Modernismo
5. Edificio de viviendas
Teodoro Anasagasti, 1908
El arquitecto Anasagasti, nacido en Bermeo, es una de las figuras más reconocidas de la arquitectura española contemporánea por su notable arquitectura y aportación teórica como profesor. En Bermeo hizo una destacada obra modernista de gran personalidad.
Este edificio de la calle Erremedio es una brillante muestra de su peculiar lectura modernista en clave vienesa. La singularidad se revela en la enfatización de la depuración formal de las masas y en el elegante repertorio decorativo, que es de tipo plano como solución para respetar el rigor en el tratamiento de las masas.
Los recursos utilizados son los siguientes: colores vivos, molduras lisas y rectas en recerco de huecos, pilastras con motivos circulares y balcones con elaboradas y elegantes formas circulares.
La casa sufrió una reforma hacia 1930 para sustituir el mirador de madera por el actual de albañilería y transformar la burhadilla en vivienda, lo que exigió el aumento de los huecos. Esta reforma con su lectura de art déco se adecuó a la perfección al espíritu vienés de la casa.
6. Nautika eskola
Teodoro Anasagasti, 1917
El arquitecto Anasagasti retornó a la opción de lo local una vez agotado el filón del modernismo. Su mirada del neovasco no es la usual de reproducir elementos singulares de las arquitecturas tradicionales, sino que va a entender su esencia, esto es, su razón constructiva. Esto se traduce en un edifico apaisado de factura limpia con grandes ventanales en conformidad con la función escolar, que remite a lo local a través de la mampostería vista, las cubiertas en cola de milano, los espolones y la disposición de un torreón angular.
Art Déco
7. “Casa del Niño”
Ricardo de Bastida, 1929
“La Casa del Niño" es una de las obras cumbre del art déco en la arquitectura contemporánea de Euskal Herria. Es un volumen de masas rotundas que se anima por el énfasis de la geometrización, la mezcla de los diferentes volúmenes y el empleo de una sutil ornamentación: delicado cromatismo hecho con la combinación de los colores blanco y verde y barandales resueltos con un logrado diseño caracterizado por enfatizar las formas geométricas. Los interiores son muy limpios y depurados, una formulación de gran modernidad.
8. Capilla Sagrado Corazón
Pedro Ispizua, 1930-1940
Este proyecto es una propuesta muy decisiva para la tipología religiosa porque son muy escasos los ejemplos de aplicación del registro moderno en la arquitectura vasca, española y europea. La solución del arquitecto Ispizua es brillante y sumamente atractiva. El elemento singular es el entendimiento de la torre, que la dispuso adelantada, con un planteamiento cubista de clara influencia déco y pintada de blanco para acentuar su condición renovadora. El repertorio déco igualmente se revela en la decoración del frente noble, remate a montacaballo, azulejos que articulan la cruz, placas recortadas y escusones sin historiar. La escultura del Sagrado Corazón que remata la torre responde a una lectura que tiende al cubismo, como se revela en el tratamiento geometrizado de la figura humana.
Esta capilla ha perdido la ornamentación de su interior de art déco porque hace unos años se transformó en un gimnasio.
Racionalismo
9. Chalet Kikunbera
Fernando Arzadun, 1930
El chalet Kikunbera es un ejercicio muy transcendente porque es uno de los escasos ejercicios en la arquitectura vasca y española de aplicación de la modernidad a la vivienda unifamiliar
El arquitecto Arzadun resolvió el encargo con una original solución de casa barco, una idea muy influida por el maquinismo del Movimiento Moderno, como respuesta al emplazamiento en un solar de gran pendiente con amplias vistas sobre el puerto de Bermeo. Las notas definitorias son: perfiles escalonados, mástiles, ojos de buey, torre mirador para divisar el mar y cubierta con terraza abierta, que se remata con un cuerpo curvo volado protegido con un barandal de barrotes curvos, a modo de proa de barco.
La singularidad de este chalet se vio muy alterada con la reforma de 2004, debido a que se modificó la distribución unifamiliar para disponer tres viviendas y se sustituyeron los elementos originales (carpinterías de madera, hierros de huecos y balcones, etc.) por reproducciones de los originales.
10. Batzokia
Pedro Ispizua, 1932
El Batzoki es una obra clave en la arquitectura racionalista vasca, española y europea porque son muy pocos los ejemplos conservados de sedes políticas en estilo moderno.
El arquitecto Ispizua aplicó un racionalismo expresionista de gran fuerza plástica y rotunda presencia. Para conseguirlo utilizó dos soluciones muy decisivamente a fin de crear una imagen icónica, el tratamiento curvilíneo del chaflán y la acentuación del ángulo con la disposición de un cuerpo volado. Otros aspectos a destacar son: el contraste de la horizontalidad y la verticalidad, los grandes huecos apaisados, barrotes curvos en los antepechos, cubierta plana entendida como terraza jardín y la disposición volada de los cuerpos de miradores, solanas y cuerpo de escaleras, para reforzar la condición expresionista del proyecto.
11. Edificio de viviendas
Emilio Apraiz, 1934
El arquitecto Apraiz en este ejercicio de la calle Intxausti trazó una lograda propuesta de racionalismo expresionista. La nota singular es el tratamiento de la esquina entre las calles Intxausti y Arresi con una formulación curvilínea, que recuerda a la proa de un barco. Otras notas de modernidad son la supresión de la ornamentación, el dominio de las hileras continuas de huecos, las solanas voladas, los barandales de tubo redondo y los ojos buey.
Las viviendas las resolvió con una acertada distribución moderna, orientación a doble crujía y todas las piezas con cuentan ventilación e iluminación directa a la calle.
Racionalismo de posguerra
12. Cofradía de San Pedro
Fernando Arzadun, 1939
El racionalismo siguió vigente en Bermeo con destacadas obras de Fernando Arzadun, Pedro Ispizua o Emilio Apraiz. La Cofradía es una obra muy significativa para Bermeo porque articula de manera brillante su fachada marítima.
El arquitecto Arzadun aplicó una acertada lectura de racionalismo de postguerra de factura no muy depurada por su condición tardía. Los aspectos a destacar son: escueto volumen desornamentado pintado de color blanco, hileras de huecos continuas y barrotes de tubo redondo
13. Conservas Ormaza
Pedro Ispizua, 1942
Conservas Ormaza es una de las obras más decisivas en la arquitectura vasca y española del racionalismo de postguerra.
La fuerza del ejercicio de Ispizua se sustentó en dos aspectos:
-brillante articulación compositiva para así facilitar su integración en la trama urbana, lograda con la disposición de dos cuerpos diferentes maclados, el de la izquierda de oficinas y viviendas y el de la derecha de fabricación
-solvente lectura racionalista, el de fabricación lo concibió como un escueto volumen abstracto de cubierta plana articulado por hileras de huecos apaisados y el de viviendas como un volumen expresionista, lo que se evidencia en su rotundo torreón.
Otros aspectos a destacar son: plaqueta de ladrillo, balcón con los barrotes de tubo redondo y tres letreros de la marca Ormaza por su grafismo de corte vanguardista.
En una reciente actuación se ha derribado la fábrica excepto la primera crujía, la que se dispone a la calle Askatasun bidea.